PIARC, la Asociación Mundial de la Carretera, suele enorgullecerse de su longevidad, signo de estabilidad y de la affectio societatis entre sus miembros. Y es cierto: con el apoyo de 129 gobiernos y 1.800 expertos en sus comités técnicos para el ciclo de trabajo 2024-2027, PIARC puede considerarse una vieja dama robusta, que ha capeado muchas crisis y, sobre todo, las vicisitudes de un siglo XX turbulento, que sabe darse una nueva apariencia a intervalos regulares para no mostrar arrugas. Aunque los archivos se acumulan con el paso del tiempo, el fervor de los primeros tiempos parece intacto y los temas tratados se renuevan continuamente a medida que evolucionan las técnicas y surgen nuevos retos. Algunos de los miembros más veteranos pueden quejarse de que los procedimientos se han vuelto más engorrosos, los métodos más complejos y de que antes las cosas iban mejor. Esto no siempre es falso, pero también es el precio que pagamos por las exigencias, cada vez mayores, que nos imponen nuestros gobiernos miembros, que tienen las mismas expectativas de sus propias administraciones; PIARC no puede escapar a esta tendencia general.