En la mayoría de los países, los propietarios de puentes evalúan rutinariamente los daños y el deterioro de los puentes para garantizar la seguridad de los usuarios y el movimiento de bienes y servicios. A lo largo de su vida útil, los puentes van sufriendo distintos incidentes que causan daños y deterioro. Generalmente, los propietarios descubren dichos daños o deterioro en dos circunstancias. En primer lugar, los daños o el deterioro sufridos durante largos periodos de tiempo se suelen descubrir y monitorizar mediante una inspección regular y rutinaria. En segundo lugar, los daños o el deterioro asociados a un suceso o a un incidente transitorio son comunicados por el público, las fuerzas policiales o los responsables del mismo.