Hoy en día, las administraciones de transporte de todo el mundo, desde el nivel nacional hasta el local, se enfrentan a una creciente demanda de movilidad, los impactos económicos negativos del aumento de la congestión y las limitaciones presupuestarias debido a las condiciones del mercado. La financiación para la construcción y el mantenimiento de las redes de carreteras se ha convertido en un problema constante, ya que ya no hay suficientes fuentes de financiación tradicional. Las oportunidades para reducir los costes operativos, cambiar el comportamiento de los usuarios y aumentar los ingresos son, por lo tanto, esenciales para sobrevivir en el entorno global actual. Por lo tanto, las organizaciones de transporte (en particular, las autoridades y los operadores de carreteras de peaje) están considerando una asociación con el sector bancario, las instituciones financieras y los operadores de redes móviles para migrar de un rol de emisor (proveedor de servicios ) a la de un cobrador de pagos (cobrador de peajes) y se centran en su competencia principal, la operación y el mantenimiento de la infraestructura vial. En Europa, esta oportunidad la ofrece la directiva SET (servicio europeo de peaje electrónico), que distingue entre los recaudadores de peaje (autoridades y operadores de autopistas) y los servicios de gestión y recaudación de peajes electrónicos (peaje electrónico). ).